El círculo vicioso


Si en tu vida experimentas, por ejemplo, alguna enfermedad grave, una gran dificultad para ganar dinero, una emoción dolorosa que viene de muy atrás o un mecanismo instalado en tu personalidad que te limita o condiciona tremendamente, o sea, un patrón de sufrimiento que se repite, algo que te impide conectar con la alegría, con la frescura, con la felicidad, con la prosperidad, con la plenitud o con el amor correspondido, entonces, es seguro, completamente seguro, que eso tiene algo que ver con tu clan familiar, con una antigua carga de tus antepasados que te ha llegado hasta el momento presente (a través del inconsciente). Y esa, lo quieras o no, es tu verdadera herencia.

Pero esto que te acabo de contar es tan cierto como que tú no has venido a este mundo para repetir patrones familiares dañinos y destructivos. Ese no es tu destino. Tú no estás aquí para eso. No estás aquí para seguir caminando indefinidamente en una rueda de dolor y de sufrimiento. Algo mucho mejor que eso te está esperando. Es seguro. Completamente seguro.

Tú estás aquí, y ahora, en el momento presente, para romper ese círculo vicioso, para renunciar a esa oscura herencia, para liberarte de esas cargas... y para trasmutar la energía heredada de tu clan familiar.

Estás aquí para romper un molde, una antigua tendencia, un mecanismo arraigado en lo más profundo de tu ser, que, sin embargo, puede ser desarraigado.

Y sí, definitivamente, estás condenado. No tienes escapatoria. Es tu destino:

Ser feliz.

Comentarios