El arte de engañar en la alimentación


La industria alimentaria es una de las más importantes del mundo (especialmente, si hablamos de facturación), y posee recursos y medios de sobra para convencer a la gente, prácticamente, de cualquier cosa.

Una de las estrategias de márquetin que más utiliza dicha industria a la hora de vender sus comestibles (que no alimentos) es tomar la parte por el todo. 

Por ejemplo:

Decir que el vino tinto es muy beneficioso para la sangre porque contiene mucho hierro.
- ¿Pero el alcohol que acompaña a ese hierro también es beneficioso para la sangre?

O asegurar que los lácteos son una fuente esencial de calcio.
- ¿Pero es la leche de vaca ultraprocesada un alimento de calidad? ¿Y la mucosidad que produce en el organismo? ¿Y la facilidad con que lo acidifica? Y si es tan buena para prevenir la osteoporosis, ¿por qué muchas mujeres que la han consumido en grandes cantidades han terminado padeciendo esta enfermedad?

O defender la idea de que el chocolate es un alimento que ayuda a combatir el envejecimiento porque contiene mucho zinc.
- Sí, ¿pero el 70% de azúcar blanco refinado que suele contener una tableta también ayuda a combatir el envejecimiento?

Es como si yo tratara de venderte un coche con el motor estropeado pero te dijera que la carrocería y el interior están completamente nuevos.

¿No sentirías que estoy tratando de engañarte?

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