4 actitudes que pueden arruinar tu vida... y cómo evitarlas.


Digamos que hay actitudes, constructivas, que atraen la armonía, la paz, el amor, la salud y el bienestar a tu vida. Y hay otras, destructivas, que provocan todo lo contrario, es decir, conflictos (primero, contigo mismo; y luego, con los demás), desasosiego, desencuentros, desamor, enfermedades y malestar.

Por otro lado, las actitudes constructivas, generan atracción, encanto y confianza en los demás. Mientras que las actitudes destructivas, por su parte, les provocan rechazo, incomodidad y desconfianza.

Pero sin más demora, vayamos al grano, y hablemos de cuáles son esas 4 actitudes o comportamientos que, con el tiempo, pueden llegar a arruinar tu negocio, alejarte de tus seres queridos o incluso enfermarte gravemente:

(EJEMPLOS; en rojo la versión destructiva, y en azul la constructiva).


1) El JUICIO. Si etiquetamos a las personas no les ayudamos a evolucionar.

- Eres un despistado.
- Seguro que si ponemos más atención evitaremos este desorden.

- Miguel no es una buena persona.
- Miguel no sabe hacerlo mejor.

- Sólo un inútil haría lo que ha hecho mi hermano.
- Creo que con mi comprensión y ayuda mi hermano podría ser más diligente.

- Soy muy nervioso. Lo llevo en la sangre.
- Estoy trabajándome para ser una persona más confiada y segura de mí misma.


2) La CRÍTICA. Es un reproche que pretende cambiar las cosas, pero que sólo despierta la rabia en el otro, provocando que de inmediato se coloque a la defensiva y asegurando el conflicto entre las partes implicadas.

- Me revienta que te dejes migas en el banco de la cocina.
- Me sentiría más a gusto si procuramos mantener limpio el banco de la cocina.

- Siempre eres tú el que empieza las discusiones.
- Estoy convencido de que ambos podemos dialogar, encontrar puntos en común y llegar a un entendimiento.

- Desde luego, cuando te enfadas, me hablas fatal.
- Me gusta que me hables con respeto.

- Alberto no tiene delicadeza. Por eso le va así de mal con su hija.
- Teniendo un poco más de delicadeza, Alberto podría disfrutar de una mejor relación con su hija.


3) La CONDENA. No es más que sentenciar negativamente la realidad, el cómo van a ser las cosas. Vamos, un decreto con mal augurio.

- Como no cambies, tú y yo vamos a acabar muy mal.
- Seguro que poniendo ambos de nuestra parte nos vamos a llevar estupendamente.

- Si no te esfuerzas en tus estudios, no serás nadie en la vida.
- Con un poco más de esfuerzo en tus estudios llegarás muy lejos en tu vida.

- No se me da bien relacionarme con las mujeres.
- Estoy aprendiendo a relacionarme mejor con las mujeres.

- Nunca irá bien tu negocio si no aprendes a sonreír.
- Creo que si sonríes un poco más atraerás más clientes a tu negocio.


4) La QUEJA. Es una expresión de disgusto que no sirve para nada ni lleva a ninguna parte. Es totalmente improductiva. Además, no suele ir acompañada de la acción.

- Algún gracioso mancha todos los días el espejo del ascensor. ¡Qué falta de respeto!
- Podríamos convocar una reunión de vecinos para tratar de solucionar lo de las manchas del espejo en el ascensor.

- Desde luego, siempre llegas tarde a la cena.
- Me encantaría que llegaras puntual a la cena. Disfruto cuando estás con nosotros.

- Lo de este país no tiene solución. Hay tantos borregos...
- Procuro informarme adecuadamente y votar de forma coherente e inteligente.

- Todas las tardes, cuando salgo del trabajo, atasco en el centro. ¡Qué asco!
- A partir de hoy, iré al trabajo en metro o en bicicleta.

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