La decisión acertada

¿Cómo saber de antemano cuál es el mejor camino que podemos escoger? ¿Qué hacer cuando llega el momento de elegir y dudamos? ¿Cómo estar seguros de que tomamos la decisión acertada?

Desde mi punto de vista, tomamos una decisión acertada (en armonía con nuestra esencia=sabiduría+amor) cuando el resultado que produce dicha decisión en nosotros se traduce en más armonía, salud, equilibrio o bienestar en nuestras vidas. Es decir, si vamos a mejor. Pero si vamos a peor significa que esa decisión no era la más adecuada. Y es que nuestra vida, y nosotros mismos, somos el resultado (armonioso o no) de nuestras propias decisiones.

Para mí, la mejor forma de tener la conciencia tranquila al tomar un camino es decidirlo por amor (a uno mismo, o pensando en el bien común). Lo que suceda después, ya no depende de nosotros.

Con todo, puede que yo tome una decisión desde el amor y que el resultado que obtenga no sea el que a mí me habría gustado. Sí, puede ser... Pero si soy capaz de aceptarlo, seguro que lo que venga a continuación será algo todavía mejor. Mejor, incluso, que lo que yo había imaginado.

De todos modos, a la larga, lo que nos permite tomar decisiones cada vez más armoniosas es la experiencia, la madurez y nuestra capacidad para amar. Sobre todo, esto último.

Personalmente, yo creo que no existen decisiones equivocadas. Existen, en todo caso, decisiones dolorosas (para nosotros, para los demás), o frustrantes; o bien destructivas. Pero la experiencia me demuestra (porque lo he visto en mí mismo y lo he observado en muchas personas) que a todo ser humano que albergue el firme propósito de hacer las cosas cada vez mejor (de un modo más amoroso) se le brindarán, no una, sino muchas oportunidades para mejorar, para crecer y para evolucionar. Por consiguiente, si lo que hemos elegido no nos gusta, siempre podremos volver a empezar y tomar nuevas y mejores decisiones.

Y así, una y otra vez...

Comentarios