¿Qué hay en mi frigorífico?

Hace unos días, una seguidora de esta página me comentaba que sentía mucha curiosidad por saber qué había en el frigorífico de una persona como yo (que me dedico a lo que me dedico).

Lo cierto es que lo que hay en mi frigorífico no es siempre lo mismo, aunque sí que hay algunos alimentos que predominan sobre otros, y que es muy probable encontrarlos si abro la puerta. Lo que sí que procuro es que, si no todos, al menos casi todos ellos sean ecológicos.

Yendo al grano, en las fotos que siguen (clicar para agrandarlas) podréis apreciar qué hay en mi frigorífico en estos momentos. Os lo detallo de arriba a abajo y de izquierda a derecha:


Zanahorias, remolacha;
chirivías, calabacines, germinados de alfalfa, tomates;
piña, té blanco, pan de higos y almendras;
pan de espelta, manzanas, lechuga, rábanos;
col lombarda, apio, col lisa.


Kiwis, mermelada de higos, polen fresco;
huevos, miso;
aguacates;
copos de avena, copos de cebada, almendras, garbanzos.


Ahora, os hago algunas observaciones:
  • Jamás compro alimentos que no sean integrales, aunque procuro ser flexible, y en un momento dado podría comerlos si me invitan a comer o a cenar a casa de alguien y es lo que sirven en la mesa. 
  • Siempre utilizo remolacha cruda, nunca embolsada, ya que un alimento con tantísimas propiedades es una pena cocinarlo (de ese modo, pierde muchos nutrientes y acidifica la sangre).
  • La chirivía es una raíz muy nutritiva y poco usada que puede unirse a las verduras que, por ejemplo, acompañen a un cereal. Como cualquier raíz, ayuda a conectar con la tierra y a poner los pies en el suelo.
  • Suelo utilizar los calabacines en crudo, simplemente rallados en la ensalada. No hace falta pelarlos, ya que su piel se digiere perfectamente.
  • Siempre pelo el tomate antes de usarlo, ya que su piel no se digiere y tiende a producir fermentaciones.
  • Yo como germinados de alfalfa a diario, añadidos a la ensalada generosamente. Es uno de los mejores alimentos que existen. En árabe significa el primer alimento.
  • El té blanco, por mucho que digan, te puede desvelar si lo tomas por la noche. Es una infusión con gran cantidad de propiedades (rico en antioxidantes y en flúor orgánico).
  • El pan de higos y almendras viene fenomenal cuando sales por ahí y quieres disponer de un alimento energético y nutritivo, fácil de digerir y de transportar. Los azúcares de los higos combinan estupendamente con las proteínas de las almendras porque éstas se encuentran en la forma de aminoácidos, por lo que no requieren de digestión.
  • El pan integral de espelta es un alimento tan completo y maravilloso que una persona podría vivir saludablemente sólo de él durante semanas.
  • Es raro el día que no como manzanas. Raro, raro.
  • También suelo comer rábanos a diario. Son excelentes para mantener limpias las vías respiratorias.
  • Utilizo las hojas del apio para dar sabor a los caldos; los tallos, para las ensaladas.
  • Amo las coles. Son las verduras con más propiedades curativas que existen. Las compro de distintos tipos, y casi siempre las añado a mis guisos.
  • El polen fresco (hay que mantenerlo refrigerado) es otro de los mejores alimentos que conozco (nunca más de dos cucharaditas diarias). Es una fuente de vida y de energía superconcentrada.
  • Por supuesto, siempre compro huevos ecológicos. Los suelo preparar hervidos en una sartén con poca agua (así se cuecen a 100 grados y no a más de 200) y medio crudos. La experiencia me demuestra que es un alimento razonablemente saludable si los huevos son ecológicos, no están fritos, se acompañan de verduras y no se toman a diario.
  • El miso lo utilizo en invierno para prepararme caldos calientes en menos de 5 minutos. Tiene muchas propiedades y no hace falta añadirle sal.
  • Para mí, la vida sin aguacates sería como un bosque sin árboles. Es un alimento excelente, nutritivo y muy fácil de digerir. Lo pongo untado sobre tostadas de pan o tortitas de arroz, luego le añado unas gotas de aceite y sal.
  • Los copos de cereales integrales te permiten preparar un plato nutritivo y sabroso con verduras en apenas 10 minutos.
  • También como almendras a diario. Es el mejor fruto seco que conozco. Y el único que alcaliniza la sangre.
  • Sin lugar a dudas, mi legumbre preferida son los garbanzos.
  • De vez en cuando, compro pescado (nunca de piscifactoría), procurando que no haya sido capturado con buques-factoría.
  • Rara vez compro carne, pero si lo hago es ecológica. Y si voy a casa de alguien y me la dan a elegir, la como si me apetece. Prefiero el pollo y el cordero al cerdo, aunque alguna vez he comprado jamón ecológico y lo he disfrutado mucho.
  • No me guío por ninguna doctrina, y, como he comentado antes, trato de cultivar la flexibilidad. Además, suelo estar atento a lo que me dice el cuerpo. Eso sí: para mí es esencial que los alimentos sean lo más naturales posible, integrales y ecológicos.

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