"Voy estreñida a pesar de comer fruta, verdura y alimentos integrales".

He conocido más de un caso de estreñimiento pertinaz en el que la persona afectada no alcanzaba a comprender sus causas, pues su dieta se basaba en fruta, verdura y alimentos integrales. Sin embargo, todo en esta vida tiene una explicación, y este fenómeno, aparentemente incomprensible, también.

He comentado en otras ocasiones que la sangre humana, en su estado óptimo (y armónico), es ligeramente alcalina, pero ciertos hábitos como no masticar lo suficiente la comida, no combinar adecuadamente los alimentos o el cultivar pensamientos o sentimientos negativos (odio, resentimiento, preocupación, celos, etc.) tenderán a acidificar la sangre.

El que la sangre pierda ese estado de ligera alcalinidad en favor de la acidificación (máxime, si ésta es acentuada) supone, por distintas razones, una condición peligrosa para la salud y un gran trastorno para el organismo, por lo que el cuerpo tomará medidas compensatorias que favorezcan el restablecimiento del equilibrio.

Una de esas medidas es rebajar la acidificación de la sangre aportando agua al medio plasmático, por eso no será raro que una persona con la sangre especialmente ácida sienta bastante sed a lo largo del día. 

El cuerpo, insisto, sacará agua de donde sea, y si mediante la sed no termina de satisfacer sus necesidades entonces podrá recurrir a extraer ese agua de un elemento que puede contenerlas en una cierta cantidad: las heces.

Éstas necesitan estar bien hidratadas para poder salir al exterior del cuerpo sin dificultades, pero si el cuerpo tiene que tomar una decisión importante, lo hará aunque tenga que hacer sacrificios. Entre un mal grave y un mal menor, elegirá el menos dañino. Y si tiene que elegir entre el estreñimiento o que la sangre alcance una condición especialmente ácida, elegirá rebajar el grado de acidez de la sangre, aunque eso suponga un estreñimiento para la persona.

Abundando en materia: si una persona come fruta, verdura y alimentos integrales pero los come de un modo inadecuado podría llegar a tener su sangre muy ácida. Por ejemplo:
  • Si acostumbra a añadir vinagre a sus ensaladas.
  • Si toma fruta como postre.
  • Si suele cocinar las verduras muy hechas o siempre salteadas.
  • Si mastica poco la comida.
  • Si hace cenas copiosas y al poco tiempo se mete en la cama.
  • Si tiene muchas preocupaciones.
  • Si es muy celosa.
Todos ellos, factores que muy fácilmente determinarán una sangre ácida o muy ácida, por lo que el cuerpo tendrá que aprovisionarse de una considerable cantidad de agua para equilibrar.
Lógicamente, si el cuerpo sistemáticamente quita agua a las heces, éstas tendrán mucha más dificultad para ser evacuadas, lo que perfectamente podría traducirse en un cuadro sintomatológico que se corresponda con el estreñimiento.

Un problema que azota e incomoda a una buena parte de la población.

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