Mucho cuidado con las almendras amargas

El otro día, al final una conferencia, un amable asistente del público, dado que yo había hablado maravillas de las almendras en mi alocución, se acercó a mí para preguntarme si era cierto que éstas contenían veneno.

Lo cierto es que me pilló fuera de juego, por lo que me limité a contestarle que lo ignoraba, aunque si, efectivamente, lo contenían, debía de ser en cantidades insignificantes, pensé yo. Más que nada, porque es bien sabido que las almendras son un magnífico alimento... de toda la vida.

Aunque yo seguía teniendo la seguridad de que las almendras eran estupendas, decidí buscar en Internet información al respecto para saber hasta qué punto y de qué manera la duda del referido asistente tenía su razón de ser.

Efectivamente, tras una búsqueda concienzuda y contrastada llegué a una conclusión muy clara: son las almendras amargas las que contienen veneno (amigdalina), y en cantidad suficiente como para matar a una persona que comiera unas 20 (con algunas menos podría experimentar síntomas muy desagradables).

Conste que esto que comento no es un bulo ni una broma. Algunas de estas referencias pueden encontrarse en algunas páginas importantes de Internet:

- Wikipedia
- Botanical Online

Cuando comemos almendras amargas nuestra saliva mezcla la emulsina (una enzima) con la amigdalina que contienen aquéllas, formándose ciertos compuestos químicos, como el ácido cianhídrico, el cual resulta muy tóxico para el ser humano.

El ácido cianhídrico actúa como un potente inhibidor de la cadena respiratoria, por lo que produce asfixia si se ingiere en ciertas dosis, incluso bajas.

En el caso de las almendras amargas bastarían unas 20 para provocar la muerte a un adulto, y algunas menos para producirle síntomas graves.

Por eso, conviene tener esta información en cuenta a la hora de comer estos frutos, de tal manera que si os encontráis con una de ellas (el sabor sumamente desagradable de sus alcaloides echaría para atrás a la mayoría de personas), mejor escupirlas que tragarlas.

Y respecto a las almendras dulces, despejadas ya todas las dudas, siguen siendo ese alimento maravilloso del que a menudo hablo en mis conferencias. Uno de los mejores que puede tomar, confiadamente, un ser humano.
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Observación: también resultan venenosas (por ingestión) las semillas de las manzanas, de las sandías, de la uva y del albaricoque.

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