Dar el pecho

Lo que ha sido natural y habitual en la especie humana durante cientos de miles de años ha dejado de serlo en las últimas décadas. Como en otras innumerables facetas de la vida, detrás había enormes intereses económicos que alcanzar. Por ejemplo, en la industria de las leches artificiales para bebé. Y para eso hubo que convencer a muchas madres de que dar el pecho a sus bebés era algo anticuado, inseguro y hasta poco decoroso. Pero lo peor de toda esta historia es que muchas mujeres creyeron esta burda infamia; y sus hijos pagaron las consecuencias, obviamente.

Sin embargo, hay buenas noticias: ¡los seres humanos seguimos siendo mamíferos!... pese a los multimillonarios intereses de esas industrias. Y los mamíferos, ya nos lo enseñan en el colegio desde pequeños, toman leche de sus madres; al menos, mientras son unos cachorros. Por mucho que se empeñen algunos en vendernos la moto.

Bueno, si no le doy el pecho a mi hijo, no pasa nada, no se va a morir por eso. Le doy leche de farmacia, que es más práctico. Además, no voy a sacarme un pecho en medio de la sala de espera del dentista para darle de mamar. Eso queda fatal.

No he inventado estas palabras, os lo aseguro. Están sacadas de la vida real; y fueron dichas, a ciencia cierta, por una mujer que se sentía muy segura de sí misma. Evidentemente, porque desconocía las consecuencias de su decisión, ya que amamantar a un crío pequeño con la leche de la madre no es sólo una forma de proporcionarle nutrientes orgánicos (los mejores, dicho sea de paso, que puede proporcionar la Naturaleza) sino una manera eficaz a más no poder de transmitirle defensas para sus sistema inmunitario, seguridad y confianza, y, en definitiva, de ahorrarle numerosos problemas en el futuro.

En este caso, como es de suponer, no os estoy hablando desde mi experiencia, pero sí desde la de algunas madres que han recuperado la saludable costumbre de amamantar a sus bebés. Algunas de ellas, de hecho, se han asociado para compartir conocimientos y experiencias, para apoyarse mutuamente y para difundir esta estupenda idea. La asociación que han formado se llama SINA.


Os recomiendo visitar esta página, y, concretamente, dos apartados:

Lactancia materna: mitos y falsas creencias.

Lactancia materna: 10 consejos básicos.

Personalmente, veo a la lactancia materna como una de las mejores formas de hacer de éste un mundo mejor... y mucho más humano. A fin de cuentas, si nos disponemos para ello, habrá que empezar por el principio.

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