Prohibiciones y noes

Son frecuentes las prohibiciones y las negativas en nuestra sociedad, pero a casi nadie le gusta que le prohíban o que le digan No (aunque pienso que a veces es necesario decirlo). Quizá sea cuestión de replantearse algunas de nuestras fórmulas de comunicación y ejercitar nuevas maneras más amables de expresar nuestra voluntad o de hacer valer nuestros derechos.

Por ejemplo:

Podemos cambiar un Prohibido fumar en el ascensor
…por un Se puede fumar fuera del ascensor.

Un No quiero que me mientas...
...por un Me gustaría mucho que me dijeras la verdad.

Un Prohibido aparcar en el carril-bus de 8 a 22 horas...
... por un Se permite aparcar en el carril-bus de 22 a 8 horas.

Un No te dejo salir a jugar hasta que no termines los deberes...
...por un En cuanto termines los deberes puedes salir a jugar.

Un Prohibido hablar en voz alta en todo el recinto hospitalario...
...por un Agradecemos hable en voz baja en todo el recinto hospitalario.

Un No des portazos, que me pones de los nervios...
...por un Evitemos dar portazos, por favor.

Un Prohibido bañarse. Aguas contaminadas...
...por un Precaución. Aguas contaminadas.

Un No me gustas como pareja...
...por un Me gustas como amigo.

Un Prohibido fijar carteles...
...por un Se ruega mantener libre de carteles la pared.

Un No te vayas. Quédate conmigo...
...por un Si te apetece quedarte, a mí me encantaría estar contigo.

Un Prohibido encender fuego. Peligro de incendio...
...por un Riesgo de incendio si se enciende fuego.

O un ¡No a la guerra!...
...por un ¡Amamos la paz!

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