Leche de almendras y de quinoa - EcoMil

La mejor leche que puede tomar un ser humano es, sin duda alguna, la de su propia madre... en el período de lactancia. Fuera de éste, la mejor sería la elaborada con almendras (unas 15 almendras crudas y con piel batidas con agua mineral y posteriormente coladas -para endulzar, se puede añadir panela, sirope de arce o de manzana-). Porque la leche natural de almendras, de entre todas las vegetales, es la que posee una mayor afinidad química y biológica con la leche humana. Además, la almendra es un fruto seco que, si se mastica muy bien, no requiere de digestión; y es el único alcalinizante de la sangre (el resto, son acidificantes).

En los supermercados (y en algunas herboristerías) existen leches de almendras endulzadas con azúcar y a las que se añaden otro tipo de aditivos insanos. Es posible, incluso, que su proceso de elaboración implique temperaturas elevadas, con lo cual se altera la estructura molecular de la almendra y ésta se vuelve acidificante. Por todo ello, nunca recomiendo a nadie este tipo de comestibles desvitalizados y adulterados.

Prefiero recomendaros la mejor leche de almendra que conozco en el mercado, y que hoy tengo el gusto de presentaros: la de la marca EcoMil. Una leche 100% ecológica y natural cuyos únicos ingredientes son: agua, quinoa, sirope de ágave y maltodextrina de maíz. ¿El resultado? Pues una leche ligeramente dulce, con mucho cuerpo (observad cómo deja el vaso después de bebérosla) y con un sabor pleno y delicioso (contad con que, a veces, la presencia de alguna almendra pueda alterar un poco el sabor de la leche -algo más amarga-, lo que no implica que ésta vea mermadas sus propiedades; es algo completamente natural).

Ni tampoco escatimaré elogios para la leche de quinoa de esta misma marca: igualmente deliciosa, nutritiva (todos los aminoácidos que una persona necesita) y con mucho cuerpo. Los de EcoMil, asimismo, han sido los primeros en lanzar al mercado una leche vegetal elaborada con este maravilloso y saludable cereal sudamericano.

¿Usos que podemos darles?

- Tomadas solas saben muy bien. No necesitan nada más.
- Con los roscos de canela de Sanaví o las galletas de Rincón del Segura combinan de maravilla.
- Para añadir a sopas (crudas o no), a caldos y a guisados.
- Excelentes con los mueslis de Barnhouse (muy dulces y sabrosos) o con los copos de maíz de Lima (más suaves).
- Mezcladas con cereales tostados solubles de Vogel o con harina de algarroba (para elaborar una especie de Cola-Cao).
- Para hacer salsas con aguacate (batidos con un poco de estas leches, unas gotas de aceite y sal).

Son sólo unos pocos ejemplos, pero con vuestra imaginación podréis ampliar fácilmente el repertorio de posibilidades y de sabores.

En fin, podéis aprovecharos de que hoy en día contamos ya con una variada gama de leches vegetales, aparte de la archiconocida de soja, por lo que podéis animaros a probarlas y a experimentar con ellas.

Por lo demás, estoy en condiciones de aseguraros que los de EcoMil no tienen mala leche. Una conclusión a la que llego después de haber probado las que hoy os recomiendo.
-------
De venta en ecomercados, herboristerías y asociaciones de consumidores de productos ecológicos.
-------
Productos cedidos amablemente por el ecomercado Ecorganic.

Comentarios