Hervido valenciano

En esta ocasión, comparto con vosotros/as algunas cuestiones en relación con este socorrido plato de la gastronomía valenciana.

Por de pronto, recordemos sus ingredientes clásicos: patata, judía verde, cebolla, aceite y sal.

Quien tenga sobrepeso y desee deshacerse de él, deberá tener en cuenta que la combinación patata+judía verde, engorda. De hecho, la judía verde, por sí sola, tiende a hacerlo (como todas las legumbres). No obstante, esta combinación engorda menos si la patata está muy bien cocida, ya que así tiene menos almidón. Y, en todo caso, mejor comer cada una por su lado.

Tampoco es recomendable abusar del aceite que se emplee. Normalmente, se dice que el aceite de oliva es muy saludable, pero no se suele hablar ni del tipo de aceite ni de dosis al hacer esta afirmación. El aceite de oliva es saludable si, y sólo si, es virgen, de primera presión en frío y se toma con mucha moderación, pues si se abusa de él puede aumentar la viscosidad de la sangre y el colesterol, entre otros perjucios.

La patata es una solanácea (al igual que la berenjena, el tomate y el pimiento), y, como tal, necesita de considerables cantidades de calcio para ser metabolizada. Por consiguiente, si la persona que la ingiere no anda sobrada de calcio, el cuerpo echará mano de dos de las principales reservas: huesos y dientes. Un hecho que conviene tener en cuenta a la hora de pensar qué cantidad de patata se va a añadir. Quizá esa era una de las razones por las que se acompañaba de cebolla, porque ésta es rica en calcio.

Así pues, quien desee tomar un hervido que no le engorde puede preparar uno con las siguientes combinaciones:

- patata, cebolla y acelgas (o espinacas, u hojas de remolacha);
- patata, cebolla y calabacín;
- patata, puerros y tallos de apio;
- patata, puerros y brócoli.

Si en vez de patata (quienes no tengan sobrepeso o tendencia a engordar), usáis boniato blanco (también es un alimento típico de Valencia), os llevaréis una agradable sorpresa, pues es mucho más rico en nutrientes que la patata, no menoscaba las reservas de calcio del organismo (de hecho, es rico en este mineral) y posee un sabor más dulce que aquélla. Y las chirivías también son deliciosas como sustitutas de la patata. Pero quizá sea mejor comer estas versiones alternativas al mediodía antes que en la cena, ya que llenan bastante.

En resumen:

- cuidado con la combinación patata+judía verde para quien tiende a engordar,
- se puede sustituir la patata por el boniato blanco o por chirivía (sin judía verde) para hacer del hervido un plato más nutritivo,
- se pueden añadir otras verduras al plato, como espinacas, zanahorias, calabacín o puerros,
- mejor usar un aceite de calidad y añadirlo cuando el hervido se ha entibiado,
- si utilizáis sal marina natural o sal de hierbas, disfrutaréis de un sabor más intenso y rústico.

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