Yogur de leche de cabra - El Cantero de Letur

Cada vez con mayor frecuencia, me encuentro con gente que se plantea dejar atrás la leche de vaca para considerar otras posibilidades. Algunas de esas personas se cambian a las leches vegetales (almendra, arroz, avellana, soja, avena, etc.), y, con el tiempo, terminan comentándome las extraordinarias mejorías que experimentan en su salud y en su estado general.

Sin embargo, existen otras que desean seguir tomando leche de origen animal pero buscando un producto de calidad, que sea afín al organismo humano y que le perjudique lo menos posible. En estos casos, para quienes desean una alternativa de origen animal a la leche de vaca, les recomiendo el yogur de leche de cabra de El Cantero de Letur. Una magnífica marca de ganadería ecológica.

Lo cierto es que la leche de vaca no se parece en casi nada a la leche de la especie humana. Por de pronto, es muy rica en proteínas y grasas, y pobre en hidratos de carbono. Por eso, entre otras razones, resulta un alimento tan difícil de digerir (máxime, para los adultos). La leche de cabra, sin embargo, es mucho más afín a la leche de mujer: rica en hidratos de carbono y con menos cantidad de proteínas y de grasa que la de vaca.

A esto que hay que añadir que si la leche que compramos es del supermercado, a buen seguro, habrá sido sometida a varios procesos industriales, contendrá alguna clase de aditivos, restos de sustancias que se le puedan haber administrado al animal (medicamentos, por ejemplo) o que éste haya ingerido en la crianza (restos de pesticidas u otras sustancias tóxicas en los piensos). Sin olvidar que este tipo de animales, los de granjas-industria, muchas veces viven en cubículos muy reducidos, o no ven la luz del Sol, no se relacionan con sus semejantes ni pastan libremente por las praderas. ¿Podemos esperar que la leche de produzcan nos aporte salud y bienestar?

La ganadería ecológica parte de unas premisas muy distintas y sigue unos procedimientos en armonía con la Naturaleza. Los animales que así se crían comen alimentos ecológicos y afines a su organismo, pastan libremente, les da el Sol y el aire, beben agua de calidad y se relacionan con sus semejantes. Por consiguiente, enferman mucho menos y no viven estresados. Son más felices.

Y, ya puestos a tomar una leche de origen animal, mejor hacerlo en forma de yogur, pues, como bien sabéis, está predigerido por determinados lactobacilos que hacen de él un alimento más fácil de digerir y más asimilable.

El que hoy os propongo: el de cabra de El Cantero de Letur, me parece delicioso y con una textura muy agradable. Además, se presenta en tarros de gran tamaño, por lo que podréis disponer de yogur durante varios días.
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Una manera de comer el yogur que me encanta es batiéndolo con unas gotas de aceite virgen de oliva (de primera presión en frío), con un poco de sal marina y hierbabuena. Luego se moja pan (tostado o de pita, por ejemplo) en él. Aunque también puede usarse esta crema para acompañar algunos platos, a modo de salsa, o bien como aderezo de algunas ensaladas.

Se trata de una receta muy popular en algunos países de la cuenca mediterránea.
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De venta en herboristerías y en asociaciones de consumidores de productos ecológicos.

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