Como ya he comentado en otras ocasiones, pequeños cambios en nuestra vida pueden desencadenar grandes mejoras. Y en esta ocasión, os propongo algunos muy sencillos de poner en práctica que harán de vuestra cocina un espacio más saludable.- El agua de osmosis, de manantial o mineral; o Bezoya, Montcalm o Lanjarón para beber y para cocinar son más saludables que beber o cocinar con agua del grifo.
- Emplear sal marina natural (sin ninguna clase de aditivos) para condimentar.
- Guardar las verduras en el frigorífico en recipientes abiertos, en vez de en bolsas cerradas (tengamos en cuenta que son seres vivos que necesitan respirar). Así conseguiremos que duren más y en mejores condiciones.
- Guisar y aliñar con aceite virgen de oliva (si es posible, de primera presión en frío) pero en una cantidad moderada. El exceso de aceite dificulta la circulación sanguínea y genera mucosidad.
- Conviene guardar los cereales, las legumbres, las hierbas, las pastas, etc. (aquellos alimentos que no se guardan en el frigorífico) en recipientes herméticos de vidrio. Así evitaremos que entren y críen bichos y lograremos que se conserven en mejores condiciones.
- Cocinar con recipientes de acero inoxidable y con utensilios de madera, ya que éstos no son tóxicos.
- Cortar los alimentos sobre tablas de madera (en vez de las de plástico). Ciertos estudios han concluido que en la madera no proliferan las bacterias porque ésta posee un poder antiséptico natural, pero sí lo hacen en el plástico.
- Tanto en Valencia como en la mayoría de poblaciones ya existen distintos contenedores para plástico, pilas, vidrio y papel. Una excelente manera de contribuir a hacer del nuestro un mundo mejor es separando las basuras y reciclándolas.
- En muchos supermercados ya se venden lavavajillas más o menos ecológicos (sin fosfatos, por ejemplo).
- Tener alguna planta en la cocina le da vida a ésta y le aporta oxígeno, además de ser decorativa.
- Reducir la cantidad de alimentos empaquetados y enlatados que se compran reduce la contaminación ambiental.
- Utilizar servilletas de papel reciclado y ecológico o de tela. Las de usar y tirar que son de color blanco suelen estar blanqueadas con lejía o con cloro. Ambos son muy contaminantes.
- Si dispones de tiempo, puedes plantearte el utilizar más las manos y menos los robots de cocina, los exprimidores eléctricos o las batidoras. Se ahorra energía, y los alimentos tienen mejor sabor.
- Regular el termostato del frigorífico según sea verano o invierno.
- Evitar fregar los platos con el grifo abierto o intentar llenar el lavavajillas antes de ponerlo en marcha.
- Elegir alimentos naturales, integrales y ecológicos en vez de alimentos con aditivos o desnaturalizados. Es cierto que son más caros pero también es cierto que nutren más (hay que comer menos cantidad) y que se gana en salud.
- Llevar nuestras propias bolsas de tela o carrito de compra al supermercado puede evitar un gasto innecesario de bolsas de plástico.
- La cocina también es un reflejo de quien más la usa. Conviene que esté siempre limpia, ordenada y que no haya defecto o exceso de elementos en ella. Como en todas las facetas de la vida, el equilibrio es lo más saludable.
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