Cómo preparar una sopa deliciosa

En estos días de invierno apetece más que nunca algo caliente para atemperar el cuerpo. Las sopas, en estos casos, pueden ser una opción muy socorrida y sabrosa. Así pues, os explico a continuación cómo preparar una fácilmente.

No es imprescindible, pero un pequeño sofrito (sin exceso de aceite) contribuye a darle sabor a una sopa. Puede elaborarse con la ensalada que sobre al mediodía, o con cualquier tipo de verduras, aunque las que dan mejor sabor son el ajo, la cebolla, los puerros, los pimientos, el tomate o la calabaza, por ejemplo; sin olvidar la remolacha, el apio, las distintas coles (blanca, morada, repollo) o el hinojo. Una vez están en su punto las verduras, se añade agua al recipiente, sal, y, si se desea, alguna hierba aromática o especia (tomillo, orégano, clavo, curry). Las verduras se cuecen entre 20 y 30 minutos. Luego, se pueden dejar éstas en la sopa, se pueden batir para hacerlas más finas o pueden colarse (sobre todo, si las verduras han sido cocidas durante un buen rato) para hacer una sopa más ligera o suave.

La sopa también se puede preparar con pasta (fideos, letras, estrellas).

Si la sopa se elabora a partir de productos de origen animal (carne, pollo, pescado, marisco, huevos) hay que tener en cuenta, en cada caso, el tiempo de cocción previo que corresponda a cada alimento.



A las sopas se les puede añadir, además, alguno de estos ingredientes:

- una cierta cantidad de leche vegetal (arroz, quinoa, almendras) para darles más sabor,
- trozos de pan tostado integral (trigo, centeno, espelta),
- un aguacate (batido con la sopa cuando esté lista), para darle más cuerpo y hacerla más nutritiva;
- algas (las hiziki son mis preferidas),
- una cabeza de ajos (mientras se prepara y retirándola cuando esté lista). Le da muy buen sabor.
- Una patata o un boniato (para hacerlas más nutritivas).
- Alguna clase de queso rallado (se puede gratinar cuando la sopa esté lista).



Os sugiero que el agua con que la elaboréis sea mineral (Bezoya, Montcalm, Lanjarón, o Aquarel) o lo más pura posible (pero no del grifo), que el aceite sea virgen y de primera presión en frío, y que la sal sea marina y sin aditivos.

Si el plato principal del menú es muy consistente no es conveniente que la sopa esté muy cargada o que resulte pesada.

Ah, otra cosa: mucho cuidado con quemarse la lengua. Una cosa es caliente y otra cosa es ardiendo. Al cuerpo le perjudica lo muy caliente o lo muy frío.

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